Cómo tratar la rotura muscular

rotura muscular

La rotura muscular es la distensión o rotura de un músculo por estirar o contraer demasiado el tejido muscular. Los músculos que suelen verse más afectados son los de las piernas y los de la parte baja de la espalda.

¿Qué es una rotura muscular?

Una rotura muscular es la rotura de las fibras de un músculo. Se caracteriza por provocar un dolor repentino, normalmente a causa de una contracción o elongación (estiramiento) violenta del músculo. Suele pasar con más frecuencia a aquellas personas que practican deporte de manera habitual siendo las zonas más recurrentes para que aparezcan la espalda y los músculos que hay detrás del muslo y de la pierna (gemelos).

Dependiendo de la gravedad, el tiempo de recuperación del paciente será mayor o menor, aunque en la mayoría de los casos esta recuperación consistirá en un reposo inicial acompañado de la realización de una serie de ejercicios con el objetivo de rehabilitar el músculo para evitar futuras lesiones.

Causas

Existen varias causas que pueden provocar una rotura:

  • Una contracción o estiramiento violento del músculo.
     
  • Una carga excesiva en el músculo cuando está fatigado o no ha sido calentado. Es frecuente que una rotura se produzca cuando la persona también tiene agujetas.
     
  • Que el músculo haya sufrido una lesión hace poco tiempo y no se haya recuperado del todo.
     
  • Un golpe o una caída.
     
  • Sedentarismo: si la persona no realiza ejercicio habitualmente puede tener una rotura al empezar a realizarlo debido al sobreesfuerzo para el músculo.
     
  • Desnutrición: sin una buena alimentación las fibras se debilitan y se vuelven más finas y frágiles.
     
  • Mala circulación sanguínea: al no recibir sangre suficiente, el músculo se debilita.
     
  • Algunas enfermedades como la diabetes.
     

Síntomas

Una rotura de músculo provoca dolor repentino y agudo, así como la imposibilidad de mover el músculo debido al dolor. Puede ir acompañado de una sensación de debilidad y de hinchazón.

Grados de rotura musculares

Hay diferentes tipos de rotura en función de la gravedad de la misma:

Primer grado

Se considera leve y es la más frecuente. La zona está sensible y, aunque el área esté dolorosa, permite que la persona recupere la actividad cotidiana en una semana aproximadamente.

Segundo grado

Suele aparecer un hematoma intramuscular debido a que se ha roto un mayor número de fibras y algún vaso (arterias pequeñas). El hematoma no aparece de forma inmediata, sino que pueden pasar horas o días hasta su aparición. Las personas que tienen una rotura muscular de segundo grado tienen dificultades para mover el músculo y necesitan reposar al menos durante dos semanas para recuperarse.

Tercer grado

Produce un dolor muy intenso ya que produce la rotura total de las fibras. El músculo sufre una impotencia funcional completa y es posible que necesite cirugía para suturar el músculo en los casos más graves (por ejemplo, cuando aparece una hernia muscular). El músculo tarda entre tres y cinco semanas en recuperar su condición normal.

Tratamiento

El reposo es la mejor forma de recuperarse de una rotura muscular. Además, al sufrir la rotura, el paciente debe aplicar frío sobre la zona afectada (hielo o una compresa fría, durante 10 ó 15 minutos). Después puede colocar un vendaje compresivo rodeando el músculo durante 20 minutos. Pasado este tiempo, debe retirarlo durante cinco minutos y posteriormente volverlo a colocar. A partir del tercer o cuarto día también se puede aplicar termoterapia para aumentar el metabolismo del músculo afectado. Es posible que haga falta la ayuda de un médico rehabilitador.

Este proceso sólo se lleva a cabo durante los primeros días tras la rotura. Posteriormente, la persona puede seguir haciendo vida normal controlando siempre sus movimientos sin someterse a esfuerzos, o realizando ejercicios sin carga como natación o bicicleta.

También hay que tener en cuenta que dependiendo del músculo que haya sufrido la rotura se puede tardar más o menos tiempo en la recuperación. Por ejemplo, la denominada “pierna de tenis”, una lesión del gemelo, es de las que precisa de más tiempo de recuperación pudiendo llegar a los tres o cuatro meses de reposo.

Complicaciones

Si no se sigue el tratamiento adecuado cabe la posibilidad de que el paciente desarrolle una osificación intramuscular: esto se produce por la aparición del hematoma que se produce junto a la rotura. La forma de evitarla es mediante la toma de medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno.

Prevención

Las personas que realizan deporte habitualmente tienen más riesgo de padecer una rotura muscular. Para evitarlas es fundamental realizar un buen calentamiento antes de realizar cualquier tipo de ejercicio. También es importante mantener una buena hidratación para evitar que los músculos pierdan elasticidad y se produzcan tirones.

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