La calcificación en la rodilla es una lesión relativamente habitual. Se trata de una patología que causa bastantes molestias, provocando considerables limitaciones en el día a día del paciente.
A nivel general, la calcificación aparece cuando en el músculo o en el tendón se va depositando cristales de calcio, provocando que se vaya endureciendo del tejido. Lo más frecuente es que
se produzca en el tendón rotuliano, que va perdiendo flexibilidad, movimiento, y en algunos casos puede causar dolor e impedir la práctica de cualquier deporte.
Lo más normal es que la calcificación se produzca por lesiones mal curadas, como esguinces o por microtraumatismos por la misma acción de la carrera.
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Los motivos por los que aparece la calcificación en la rodilla, es común al resto de calcificaciones. Los más frecuentes son:
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Los síntomas que se presentan en las calcificaciones de rodilla no son graves pero sí pueden llegar a limitar mucho nuestras actividades diarias. El síntoma más habitual es el dolor en la
zona delantera de la rodilla, justo debajo de la rótula, cuando se depositan en el tendón rotuliano, o encima de la rótula cuando se afecta el tendón cuadricipital, este último es menos frecuente.
Además puede ir acompañado de la inflamación de la rodilla o pequeñas deformaciones debajo de la piel, debilidad muscular, calambres en la pierna e incluso un incremento anormal de la rotura del tendón o de las fracturas de hueso.
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El tratamiento de la calcificación del tendón rotuliano no es fácil ya que requiere de un profesional y no se puede hacer solo en casa. Lo único que puede hacer el paciente es tratar el
dolor y la inflamación mediante antiinflamatorios y analgésicos. Esto solo serviría para tratar los síntomas pero no para terminar con la calcificación.
El mejor tratamiento para la calcificación en la rodilla son las ondas de choque focales. Con este tratamiento, conseguiremos fragmentar la calcificación que recubre el tendón y ayuda al músculo
para acelerar la recuperación. Además el tendón recuperará la flexibilidad inicial y hará desaparecer el dolor en la articulación.
El tratamiento con ondas de choque focales tiene una duración de varias semanas, repartidas en sesiones en las que se irán aplicando las ondas sobre la rodilla.
El tratamiento con ondas de choque focales se basa en una onda acústica, por lo que no es invasivo, favoreciendo que el periodo de recuperación sea más corto. De ahí que sea el tratamiento que
más se usa para tratar las calcificaciones.
Las ondas de choque focales se aplican sobre la zona lesionada previa aplicación de gel, que es necesario para transferir las ondas de manera más eficiente. El aplicador de ondas de choque focales se presiona levemente contra la rodilla y se inicia el tratamiento.
Para que sea realmente efectivo, se debe de acompañar de medidas que corrijan las causas que han provocado la calcificación.