El tratamiento con ondas de choque se inició en Alemania cuando se usó para el tratamiento de los tejidos blandos como la tendinitis calcificante de manguito de rotadores, epicondilitis o fascitis plantar. Es un tratamiento no invasivo, poco doloroso, con buena aceptación por los pacientes y segura.
Últimamente se utiliza en el abordaje de las tendinopatías y supone una alternativa a la intervención quirúrgica. Distintos estudios constatan que esta terapia es tan efectiva o más que otros tratamientos, como son el ejercicio excéntrico, la fisioterapia tradicional, infiltraciones, inyecciones de plasma rico en plaquetas o incluso la cirugía.
Las ondas de choque focales son ondas acústicas que tienen los siguientes efectos sobre la calcificación:
- Inhiben los receptores del dolor.
- Estimulan la lubricación de los tendones.
- Aceleran y estimulan la regeneración tisular.
- Destruyen las calcificaciones.
- Aumentan la producción de fibroblastos, que es el componente del colágeno.
- Aumentan la neovascularización.
- Liberan marcadores angiogénicos mediante el reclutamiento de células madre mesenquimales.
- Mejoran el metabolismo celular.