Contraindicaciones de las ondas de choque: Todo lo que necesitas saber.

Tratamientos con ondas de choque

Las terapias con ondas de choque han ganado popularidad en los últimos años debido a sus beneficios en el tratamiento de diversas afecciones musculoesqueléticas y de tejidos blandos. Sin embargo, como ocurre con cualquier procedimiento médico, esta terapia no está exenta de contraindicaciones que deben ser cuidadosamente consideradas antes de su aplicación. En este artículo, exploraremos en profundidad las contraindicaciones de las ondas de choque, cómo afectan al paciente y por qué es crucial seguir las recomendaciones médicas al pie de la letra.

¿Qué son las ondas de choque y cómo funcionan?

Antes de adentrarnos en las contraindicaciones, es importante entender qué son las ondas de choque. Se trata de ondas sonoras de alta energía que se aplican en áreas específicas del cuerpo mediante un dispositivo especializado. Estas ondas ayudan a aumentar la vascularización, estimular la regeneración de tejidos, reducir el dolor y secundariamente a mejorar la movilidad en pacientes con problemas musculoesqueléticos como tendintis calcificantes, tendinitis, fascitis plantar y calcificaciones de partes blandas.

Las ondas de choque focales, tienen unas características físicas específicas que no las cumplen las ondas de presión radial (mal llamamada ondas de choque radiales) 1. Ondas de choque focales: Más potentes, efectivas y dirigidas a áreas específicas, ideales para tratar afecciones más profundas.
2. Ondas de presión radial: se utilizan para afecciones menos severas y áreas más superficiales. No son eficaces para los procesos inflamatorios con calcificaciones.

Principales contraindicaciones de las ondas de choque
Aunque esta terapia es segura y eficaz para muchos pacientes, existen situaciones en las que no se recomienda su uso. Estas son las principales contraindicaciones:

1. Embarazo

Las ondas de choque están contraindicadas en mujeres embarazadas, si se aplican en áreas cercanas alaabdomen, debido a la falta de estudios que respalden su seguridad durante la gestación. Existe el riesgo potencial de afectar al feto, especialmente si la terapia se aplica en áreas cercanas al abdomen o la pelvis.

2. Presencia de marcapasos u otros dispositivos electrónicos implantados

Los dispositivos electrónicos, como los marcapasos, pueden interferir con las ondas de choque, lo que podría generar un mal funcionamiento del aparato. En estos casos, es esencial evitar la terapia o consultar con un especialista.

3. Trastornos de coagulación

Pacientes con hemofilia u otros problemas de coagulación deben evitar esta terapia. Las ondas de choque pueden causar microlesiones en los tejidos, aumentando el riesgo de hemorragias o hematomas en personas con este tipo de trastornos.

4. Uso de anticoagulantes

No es una contraindicación real, salvo que, los pacientes que toman medicamentos anticoagulantes (como warfarina o heparina) tienen un mayor riesgo de hematomas durante  tratamiento.

5. Infecciones locales o sistémicas

Si existe una infección activa en la zona a tratar, la aplicación de ondas de choque podría agravar la condición. Es importante tratar la infección primero antes de considerar esta terapia.

6. Tumores malignos

Contraindicación relativa. La terapia con ondas de choque no debe aplicarse en áreas con tumores malignos o en pacientes con cáncer. Existe la posibilidad de que las ondas puedan estimular el crecimiento celular.

7. Epífisis en crecimiento

En niños y adolescentes cuyos huesos están en proceso de crecimiento, las ondas de choque pueden afectar las epífisis (las zonas de crecimiento óseo), lo que podría ocasionar problemas en el desarrollo óseo.

8. Zonas cercanas a órganos sensibles

Las ondas de choque no deben aplicarse cerca de órganos vitales como el corazón, pulmones o intestinos.

Posibles efectos secundarios de las ondas de choque
Además de las contraindicaciones, es importante mencionar que algunas personas pueden experimentar efectos secundarios temporales después del tratamiento, como:

– Enrojecimiento y sensibilidad en la piel.
– Hinchazón en la zona tratada.
– Hematomas o pequeños sangrados subcutáneos.
– Dolor leve o moderado que desaparece en unos días.

Aunque estos efectos suelen ser leves y temporales, es fundamental informar al especialista si persisten o empeoran.

¿Cómo garantizar un tratamiento seguro?

Si estás considerando la terapia con ondas de choque, asegúrate de seguir estas recomendaciones para minimizar riesgos:

1. Consulta con un especialista: Siempre busca la opinión de un médico especializado para evaluar tu caso y determinar si eres un candidato adecuado para la terapia.
2. Historial médico completo: Informa sobre cualquier condición médica preexistente, medicamentos que tomes o tratamientos recientes.
3. Acude a un centro acreditado: Asegúrate de que el tratamiento sea realizado por profesionales con cualificación certificada y en un entorno seguro.

Conclusión

Las ondas de choque son una herramienta terapéutica eficaz y versátil, pero no están exentas de contraindicaciones. Comprender las limitaciones de esta terapia es clave para garantizar un tratamiento seguro y efectivo. Si tienes dudas o preocupaciones, no dudes en consultar con un médico especialista. Recordemos que la seguridad siempre debe ser la prioridad.

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