Las ondas de choque se han convertido en una herramienta clave en la rehabilitación y el manejo del dolor, especialmente en pacientes con afecciones musculoesqueléticas como tendinitis, calcificaciones y lesiones en el hombro. Pero una de las preguntas más frecuentes de los pacientes al considerar este tratamiento es: ¿duele el procedimiento de ondas de choque en el hombro?
¿Qué son las ondas de choque?
Las ondas de choque son pulsos de energía acústica que se transmiten a los tejidos del cuerpo con el objetivo de estimular la reparación, mejorar la circulación y reducir el dolor. Este tratamiento es especialmente efectivo en patologías como la tendinopatía del manguito rotador, la bursitis o las calcificaciones en el hombro.
La terapia puede parecer intimidante para quienes no la conocen, pero sus beneficios han sido ampliamente documentados, y su eficacia es respaldada por numerosos estudios.
¿Qué se siente durante el tratamiento?
La percepción del dolor durante una sesión de ondas de choque varía entre pacientes y depende de varios factores, como la intensidad del tratamiento, la sensibilidad personal y la severidad de la lesión.
- Dolor leve o molestia tolerable: En la mayoría de los casos, los pacientes describen la sensación como pulsaciones intensas o un leve malestar. Es común experimentar algo de incomodidad al principio, pero esta suele disminuir a medida que el tejido se adapta al tratamiento.
- Ajustes personalizados: El nivel de intensidad de las ondas de choque se ajusta durante la sesión para garantizar que el procedimiento sea efectivo pero tolerable. Como médico rehabilitador, mi prioridad es que te sientas cómodo, mientras obtenemos los mejores resultados.
- Después de la sesión: Es posible que sientas una ligera inflamación o sensibilidad en el área tratada, pero esto es normal y temporal. Muchas veces, esta sensación es señal de que el cuerpo está respondiendo favorablemente al tratamiento.
¿Cómo manejar el posible dolor?
Aunque el dolor asociado a las ondas de choque suele ser mínimo, hay estrategias que ayudan a reducir aún más cualquier molestia:
- Comunicación abierta: Durante la sesión, es fundamental que el paciente exprese cómo se siente. Esto permite ajustar la intensidad del tratamiento según sea necesario.
- Preparación previa: Algunos pacientes encuentran útil tomar un analgésico suave antes de la sesión, aunque esto no siempre es necesario.
- Descanso posterior: Después del tratamiento, es importante evitar esfuerzos físicos excesivos para permitir que el tejido tratado se recupere.
Beneficios a largo plazo
El pequeño malestar que puedas sentir durante una sesión de ondas de choque es una inversión mínima en comparación con los beneficios a largo plazo. Esta terapia no solo puede reducir el dolor crónico en el hombro, sino que también favorece la regeneración de tejidos, mejora la movilidad y disminuye la necesidad de intervenciones quirúrgicas.
Conclusión
Si te preguntas si duele el tratamiento con ondas de choque en el hombro, la respuesta es que puede haber algo de incomodidad, pero es perfectamente tolerable y manejable. Como médico rehabilitador, mi objetivo es acompañarte en este proceso, asegurando que cada sesión sea lo más efectiva y cómoda posible.
Si tienes dudas o deseas saber si esta terapia es adecuada para tu caso, no dudes en ponerte en contacto conmigo. ¡Estoy aquí para ayudarte a recuperar tu calidad de vida!