Tendinitis de pata de ganso: Diagnóstico y tratamiento desde la rehabilitación médica

dolor de rodilla

La tendinitis de pata de ganso es una afección que afecta los tendones de la rodilla, causando dolor e inflamación en la cara interna de esta articulación. La condición es especialmente común en personas activas, como corredores, y en aquellos con factores predisponentes como sobrepeso o deformidades del miembro inferior. El abordaje médico, y en particular el papel del médico rehabilitador, es fundamental para garantizar una recuperación completa y prevenir recurrencias.

¿Qué es la tendinitis de pata de ganso?

La pata de ganso está formada por la inserción conjunta de tres músculos en la parte interna de la rodilla: el sartorio, el grácil y el semitendinoso. Estos músculos ayudan a estabilizar la rodilla y permiten movimientos como la flexión y la rotación interna de la pierna. Cuando los tendones de esta zona se sobrecargan o irritan, se produce una inflamación conocida como tendinitis de pata de ganso.

Causas y factores de riesgo

Esta afección suele estar asociada a:

  • Sobrecarga muscular: El uso excesivo de los músculos en deportes de alto impacto, como correr o practicar fútbol, puede provocar inflamación.
  • Deformidades estructurales: Factores biomecánicos como el genu varo (piernas arqueadas) o genu valgo (rodillas en X) pueden aumentar la tensión en la inserción de estos tendones.
  • Obesidad: El exceso de peso pone mayor presión en las rodillas, contribuyendo al desarrollo de tendinitis.
  • Debilidad o desequilibrio muscular: La falta de fuerza en los músculos que rodean la rodilla puede sobrecargar la pata de ganso.
  • Edad avanzada o artrosis: Con la edad, los tendones pierden elasticidad y son más susceptibles a la inflamación.

Síntomas

Los síntomas principales de la tendinitis de pata de ganso incluyen:

  • Dolor localizado en la parte interna de la rodilla, aproximadamente 4-5 cm por debajo de la articulación.
  • Hinchazón y sensibilidad al tacto en la zona afectada.
  • Dolor al subir y bajar escaleras, agacharse o caminar largas distancias.
  • Rigidez matutina o después de periodos prolongados de inactividad.

El diagnóstico se basa en una historia clínica detallada, un examen físico y, en algunos casos, estudios de imagen como ecografías o resonancias magnéticas para descartar otras lesiones.

Tratamiento desde la medicina rehabilitadora

El médico rehabilitador juega un papel clave en el tratamiento de la tendinitis de pata de ganso, ya que su enfoque se centra en abordar la causa subyacente de la lesión, mejorar la función del paciente y prevenir recurrencias. El tratamiento suele incluir un enfoque multidisciplinario que integra modalidades físicas, ejercicios terapéuticos y ajustes en las actividades del paciente.

1. Control del Dolor y la Inflamación

En la fase aguda de la tendinitis, el manejo del dolor es prioritario. Entre las opciones más comunes se incluyen:

  • Reposo relativo: Es importante reducir o modificar las actividades que provocan dolor, pero sin inmovilizar completamente la rodilla.
  • Crioterapia: Aplicar hielo en la zona afectada durante 15-20 minutos varias veces al día ayuda a reducir la inflamación.
  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): Estos pueden ser prescritos para disminuir la inflamación y el dolor.
  • Terapia física con modalidades: El médico rehabilitador puede indicar el uso de ultrasonido, láser o electroterapia para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación.

2. Ejercicios de Estiramiento y Fortalecimiento

El médico rehabilitador elaborará un programa de ejercicios adaptado a las necesidades del paciente, con el fin de corregir los factores biomecánicos subyacentes y restaurar la función de la rodilla.

  • Estiramientos de la pata de ganso: Incluirán elongaciones suaves de los músculos implicados (sartorio, grácil y semitendinoso), así como de los isquiotibiales.
  • Fortalecimiento muscular: Es esencial mejorar la fuerza de los músculos que estabilizan la rodilla, especialmente el cuádriceps, los músculos isquiotibiales y los músculos de la cadera.
  • Corrección de desequilibrios: Si se identifican músculos débiles o desbalanceados, se implementan ejercicios específicos para corregir esos déficits, lo que puede incluir el fortalecimiento de los músculos abductores y glúteos.

3. Corrección de la Mecánica Corporal

El médico rehabilitador evaluará la marcha y la alineación corporal del paciente para identificar posibles alteraciones que puedan estar contribuyendo a la sobrecarga de la pata de ganso. Si se detecta un problema biomecánico, se puede recomendar:

  • Plantillas ortopédicas: Para corregir anomalías del pie que puedan estar afectando la rodilla.
  • Cambios en la técnica deportiva: En deportistas, ajustar la forma de correr o entrenar puede ser fundamental para evitar la recurrencia de la lesión.

4. Modificación de la Actividad

El médico rehabilitador orientará al paciente sobre cómo modificar sus actividades diarias y deportivas para no agravar la lesión. Esto puede incluir reducir la intensidad del entrenamiento, evitar actividades de alto impacto temporalmente, y trabajar en ejercicios de bajo impacto como la natación o el ciclismo.

5. Infiltraciones

En algunos casos, si el dolor no cede con los tratamientos conservadores, el médico rehabilitador puede considerar el uso de infiltraciones:

  • Corticoides: Inyecciones de corticoides en la zona de la pata de ganso pueden reducir significativamente la inflamación y el dolor.
  • Plasma Rico en Plaquetas (PRP): En algunas situaciones, se pueden realizar infiltraciones de PRP para promover la regeneración de los tejidos tendinosos dañados.

6. Reeducación Funcional y Prevención de Recurrencias

Una vez que el dolor ha disminuido y el paciente ha comenzado a recuperar la función, es crucial trabajar en la prevención de recurrencias. El médico rehabilitador puede diseñar un programa de reeducación funcional para que el paciente recupere completamente la movilidad y la estabilidad de la rodilla en sus actividades cotidianas y deportivas.

Pronóstico

Con un tratamiento adecuado y un enfoque integral, la mayoría de los pacientes con tendinitis de pata de ganso logran una recuperación completa en unas pocas semanas a meses. Es importante que el paciente siga las indicaciones del médico rehabilitador, mantenga una rutina de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y modifique sus actividades si es necesario para evitar recaídas.

La tendinitis de pata de ganso es una afección dolorosa que puede afectar significativamente la funcionalidad de la rodilla, especialmente en personas activas. El médico rehabilitador juega un papel crucial en el tratamiento de esta patología, proporcionando un enfoque integral que no solo alivia los síntomas, sino que también aborda las causas subyacentes y previene futuras recurrencias. A través de un plan personalizado de rehabilitación, los pacientes pueden recuperar su calidad de vida y volver a sus actividades diarias sin dolor.

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