El termino esguince o latigazo cervical se refiere a la transferencia al cuello de energía por un movimiento súbito, forzado, con un mecanismo de aceleración-desaceleración, que provoca un movimiento repentino de la cabeza hacia atrás (hiperextensión) y hacia adelante (hiperflexión).
Qué es el esguince cervical
El esguince cervical corresponde a un desgarro de alguno de los ligamentos que une las vértebras cervicales, y que produce dolor en la zona de cuello. Sin embargo, es casi imposible confirmar que el dolor se debe específicamente al desgarro de un ligamento, y en la práctica el término “esguince cervical” se usa casi como sinónimo de “latigazo cervical”, pues se asume que es el mecanismo mediante el que aparece el dolor en esos casos.
El “latigazo cervical” consiste en la lesión producida por una sucesiva flexión y extensión brusca y excesiva del cuello.
La causa más típica y común es un accidente de coche en el que se produce un impacto por detrás, especialmente si resulta inesperado, de manera que la musculatura está relajada y no frena ni limita el rango de movimiento. Se asume que esa combinación puede causar sucesivamente un esguince cervical en la fase de flexión y una sobrecarga de la articulación facetaria de la columna cervical en la fase de extensión, y es más probable si no se lleva cinturón de seguridad y cuando la musculatura es menos potente.
¿Cómo se diagnostica el esguince cervical?
El diagnóstico es puramente clínico mediante la historia clínica y la exploración física. Se sospecha cuando, tras un accidente de coche en el que se ha producido un movimiento de hiperflexión/hiperextensión del cuello, aparece inmediatamente o a las pocas horas un dolor en el cuello y/o cabeza, con o sin dolor irradiado a miembros superiores, habitualmente con limitación dolorosa de la movilidad y a veces con sensación de inestabilidad o mareo.
Síntomas
- Dolor cervical (cervicalgia), es el síntoma más frecuente.
- Contractura muscular paravertebral refleja.
- Rigidez y dolor a la movilización del cuello.
- Cefalea de predominio suboccipital.
- El impacto puede originar lesiones óseas o de los tejidos blandos que pueden dar lugar a diferentes manifestaciones clínicas.
- Radiculitis cervical
- Representa el 70% de los casos.
- Síntomas: dolor cervical irradiado a mandíbula, hombros, región anterior del tórax y extremidades superiores. Pueden existir anormalidades transitorias de los reflejos y/o sensibilidad (hormigueos y adormecimiento de brazos y manos).
- Contusiones cerebrales
- Representan el 61% de los casos.
- Síntomas: inicialmente se caracteriza por confusión, desorientación temporoespacial y lentitud de respuesta. Posteriormente puede aparecer cefalea persistente, dificultad de concentración y una gran variedad de síntomas de ansiedad, irritabilidad, insomnio y alteraciones de conducta. Pueden presentarse también alteraciones vasomotoras y vértigo.
- Hernias de disco cervicales
- Representan el 26% de lo casos.
- Síntomas: son similares a los del grupo de radiculitis cervical pero añadiéndose un grado mayor de espasmo muscular y limitación de movimientos. En la exploración neurológica se detectan alteraciones motoras o sensitivas permanentes.
- Manifestaciones psiconeuróticas
- Representan el 52% de los casos.
- Síntomas: conducta ansiosa y tensión muscular progresiva, debidas desde el punto de vista psiquiátrico a las circunstancias del accidente y al miedo al internamiento o a las repercusiones médico-legales del caso. Esta sintomatología se va desarrollando progresivamente y no se detecta en las fases iniciales.
- Lesiones lumbares asociadas
- Representan el 30% de los casos.
- Síntomas: dolor lumbar y en extremidades inferiores, asociándose la posibilidad de la presencia de hernias discales a este nivel.
Grados de lesión por latigazo cervical
- Grado 0: no hay ni signos ni cervicalgia.
- Grado I: puede haber cervicalgia o rigidez. Sin embargo, no hay signos clínicos objetivables.
- Grado II: cervicalgia con pérdida de recorrido articular o puntos dolorosos a la palpación (actualmente se admite grado II A sin limitación de recorrido articular o IIB con limitación de recorrido articular).
- Grado III: como el grado II + presencia de lesión neurológica. Afectación de reflejos osteotendinosos o alteraciones sensitivas motoras.
- Grado IV: presencia de fractura y/o luxación.
Tratamiento para el esguince cervical
La recuperación es recomendable que se lleve a cabo bajo la supervisión de un médico rehabilitador. Algunos de los tratamientos que se deben seguir son:
- Ortesis: Su objetivo es disminuir la movilidad cervical y aliviar el dolor. La más utilizada es el collar cervical blando sin apoyo. La tendencia actual es no inmovilizar los grados I-II más de 72 horas, ya que se ha demostrado que inmovilizaciones más prolongadas producen un retardo en el proceso natural de curación. Su uso prolongado produce: arofia por desuso., facilita la contractura de partes blandas, acorta músculos, incrementa la dependencia y da sensación de discapacidad.
- Reposo: No se debe de prescribir reposo en el grado I, y no más de 4 días en los grados II-III.
- Tratamiento farmacológico: con anti-inflamatorios y relajantes musculares. El objetivo es reducir la inflamación y el dolor.
- Movilización: La movilización manual en combinación con otras medidas fisioterápicas instauradas no más de cuatro días después del accidente y en síndromes cervicales de mayor duración, tiene efectos beneficiosos.
- Tracción: En combinación con otras medidas fisioterapéuticas, es beneficioso a corto plazo y en el dolor cervical en los primeros 4 días del accidente.
- Electroterapia (OC, US, TENS): La estimulación nerviosa transcutánea (TENS) consiste en estimular las fibras nerviosas mediante la aplicación de corrientes eléctricas suaves para tratar lesiones y aliviar el dolor producido por traumatismos y patologías.
- Ejercicios: La prescripción de ejercicios en domicilio en combinación con recomendaciones respecto a la actividad física, han demostrado un efecto beneficioso a corto y largo plazo
- Recomendaciones posturales: Conjuntamente con recomendaciones de activación física y en combinación con fisioterapia, collarín blando, analgésicos.
El objetivo final del tratamiento es disminuir el dolor y la contractura muscular, recuperar amplitud articular y evitar o eliminar la atrofia muscular